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En este episodio del podcast de AV Comunidad, Javi Santos y Esther Morote abordan uno de los temas más recurrentes en la profesión de asistencia virtual: heredar proyectos. Ese momento en el que aterrizas en un negocio, te dan las llaves y descubres que lo que hay dentro… puede ir desde perfectamente organizado hasta un auténtico Frankenstein digital.
Aunque muchas veces damos por hecho que un cliente empieza de cero al delegar, la realidad es que muchos vienen de experiencias previas: algunas buenas, otras reguleras.
Esto trae consigo:
Y una idea clave:
Lo que tú ves como caos puede ser simplemente otra forma de trabajar. Dos personas pueden resolver lo mismo por caminos completamente distintos.
El primer movimiento recomendado es hacer una auditoría inicial para sacar una foto real del estado del proyecto:
Registrar todo sin juzgar permite conversar con el cliente sin culpar a nadie. Quizá algo lleva años sin usarse… o quizá era crítico y nadie te lo dijo.
Javi comparte incluso un caso real donde tardó año y medio en enterarse de que una membresía estaba alojada en otro hosting.
Cuando presentes tu informe al cliente:
Y muy importante: no todo el mundo dispone de las mismas herramientas. Por ejemplo, quien estaba antes quizá no podía usar ciertos plugins o automatizaciones porque no tenía licencias de pago.
Una vez analizado todo, toca poner orden en las prioridades:
El resto (estética, organización de carpetas, renombrar archivos…) puede esperar.
Otro punto clave: no hace falta reinventarlo todo desde cero.
Antes de proponer grandes cambios:
Un cambio bienintencionado puede romper otras partes del sistema, como explica Estel al hablar de un e-commerce conectado con un almacén externo.
Documentar no sólo evita caos futuro:
Aunque pueda parecer un trabajo ingrato, siempre es positivo para todas las partes.
Muy importante:
Un plan por fases ayuda a que el cliente comprenda qué esperar mes a mes.
Esther lo confiesa sin tapujos:
“A mí me gusta heredar mierdas, porque las hago a mi gusto y semejanza.”
Cuando todo está bien montado, tú te adaptas.
Eso sí, también hay ocasiones en las que, con el tiempo, entiendes por qué la persona anterior trabajaba como trabajaba… porque el cliente puede ser un caos por sí mismo.
Heredar proyectos puede ser agotador o una oportunidad para destacar, pero siempre es un ejercicio potente de organización, comunicación y estrategia.
Lo importante es:
Porque, como dicen Javi y Esther, cada “marrón” también puede ser una oportunidad para demostrar el valor real de la asistencia virtual.
¡Dentro podcast!
By AV&CoEn este episodio del podcast de AV Comunidad, Javi Santos y Esther Morote abordan uno de los temas más recurrentes en la profesión de asistencia virtual: heredar proyectos. Ese momento en el que aterrizas en un negocio, te dan las llaves y descubres que lo que hay dentro… puede ir desde perfectamente organizado hasta un auténtico Frankenstein digital.
Aunque muchas veces damos por hecho que un cliente empieza de cero al delegar, la realidad es que muchos vienen de experiencias previas: algunas buenas, otras reguleras.
Esto trae consigo:
Y una idea clave:
Lo que tú ves como caos puede ser simplemente otra forma de trabajar. Dos personas pueden resolver lo mismo por caminos completamente distintos.
El primer movimiento recomendado es hacer una auditoría inicial para sacar una foto real del estado del proyecto:
Registrar todo sin juzgar permite conversar con el cliente sin culpar a nadie. Quizá algo lleva años sin usarse… o quizá era crítico y nadie te lo dijo.
Javi comparte incluso un caso real donde tardó año y medio en enterarse de que una membresía estaba alojada en otro hosting.
Cuando presentes tu informe al cliente:
Y muy importante: no todo el mundo dispone de las mismas herramientas. Por ejemplo, quien estaba antes quizá no podía usar ciertos plugins o automatizaciones porque no tenía licencias de pago.
Una vez analizado todo, toca poner orden en las prioridades:
El resto (estética, organización de carpetas, renombrar archivos…) puede esperar.
Otro punto clave: no hace falta reinventarlo todo desde cero.
Antes de proponer grandes cambios:
Un cambio bienintencionado puede romper otras partes del sistema, como explica Estel al hablar de un e-commerce conectado con un almacén externo.
Documentar no sólo evita caos futuro:
Aunque pueda parecer un trabajo ingrato, siempre es positivo para todas las partes.
Muy importante:
Un plan por fases ayuda a que el cliente comprenda qué esperar mes a mes.
Esther lo confiesa sin tapujos:
“A mí me gusta heredar mierdas, porque las hago a mi gusto y semejanza.”
Cuando todo está bien montado, tú te adaptas.
Eso sí, también hay ocasiones en las que, con el tiempo, entiendes por qué la persona anterior trabajaba como trabajaba… porque el cliente puede ser un caos por sí mismo.
Heredar proyectos puede ser agotador o una oportunidad para destacar, pero siempre es un ejercicio potente de organización, comunicación y estrategia.
Lo importante es:
Porque, como dicen Javi y Esther, cada “marrón” también puede ser una oportunidad para demostrar el valor real de la asistencia virtual.
¡Dentro podcast!