Preguntas que duelen, respuestas que no anestesian (pero ayudan)
Hoy en El Club de los Corazones Hinchables dejamos a un lado las teorías y volvemos al terreno real: el consultorio emocional. Ese lugar donde las preguntas huelen a insomnio, a pantallazos que no deberías haber hecho y a ese “¿por qué sigo mirando si está en línea?” que todos hemos vivido (y negado, obvio).
En este episodio cambiamos el formato: nada de títulos épicos ni temas con nombre de cátedra.
Hoy vamos directo al grano: respuestas claras, honestas, útiles… y con ese humor terapéutico que te salva justo antes de convertirte en un helado derretido de emociones.
Responderemos dudas reales de oyentes —de gente con historias, contradicciones y Wi-Fi emocional inestable— con una mezcla de psicología práctica, coaching, un toque transpersonal y, cuando haga falta, un “oye, quizá necesites ayuda profesional… y no pasa nada por eso”.
Si estás atascad@ en una ruptura que no se termina de romper, si piensas más de lo que duermes o si te preguntas si deberías haber puesto contraseña al WhatsApp antes de llorar encima del móvil… este episodio es para ti.
Aquí vas a encontrar claridad sin juicios, herramientas reales y alguna que otra collejita emocional (de las que curan, no de las que duelen).
¿Quieres que respondamos a tu pregunta en próximos episodios?
Mándala de forma anónima a
[email protected]Cuéntanos qué te duele, qué no entiendes o en qué parte del despecho te has quedado atascad@.
Aquí no se juzga: se acompaña.
Respira, corazón hinchable.
Lo peor ya lo pasaste. Lo que viene ahora… es entenderte mejor.