Hace 96 años, una banda anónima llevaba adelante una audaz obra de ingeniería subterránea. El objetivo: entrar a robar en una joyería. Se convertían así en los primeros "boqueteros" de la Argentina. La construcción que habían llevado adelante los misteriosos ladrones fue titánica para la época, y requirió un nivel de planificación y sigilo que seguramente les habrá demandado mucho tiempo y esfuerzo. Y todo para, finalmente, irse con las manos vacías.