¿cómo se puede reconocer la paz de Dios?
La paz de Dios se reconoce al principio sólo por una cosa: desde cualquier punto de vista es una experiencia radicalmente distinta de cualquier experiencia previa.
No trae a la mente nada que haya sucedido antes.
No evoca nada que se pueda asociar con el pasado.
Es algo completamente nuevo.
Existe ciertamente un contraste entre esta experiencia y cualquier experiencia del pasado.
Pero curiosamente, no es éste un contraste que esté basado en diferencias reales.
El pasado sencillamente se desvanece, y la quietud eterna pasa a ocupar su lugar.
Eso es todo.
El contraste que se había percibido al principio sencillamente desaparece.
La quietud se ha extendido para cubrirlo todo.