El Cristo es en realidad, el MAESTRO INTERIOR. Esto quiere decir que al Cuerpo Mental Superior, a la Mente Omnisapiente de Dios, se le ha dado "pleno comando y posesión" de la sustancia, de la energía, del ser y del mundo de la personalidad.

Cuando ustedes fervorosamente hacen el llamado a través de sus sentimientos, TENDRÁN la respuesta del Magno Flujo de energía en y a través de sus cuerpos, saliendo entonces a su mundo, poniéndolo todo en Orden Divino.

Rehúsen absolutamente a tener una opinión, a criticar, condenar o juzgar a otro de sus compañeros estudiantes o grupos. Al grado en que hagan esto, se encontrarán cada vez más rápido liberándose de TODA actividad humana limitante.

A lo largo de los siglos se nos ha enseñado que deberíamos controlar el pensamiento, pero yo les digo que "no es posible" gobernar el pensamiento, sin primero gobernar el sentimiento.

Los individuos y la humanidad en pleno, con el Conocimiento de que la Magna Presencia YO SOY es suprema, se convierten en Maestros de sí mismos y de sus mundos de acuerdo a la " armonía que cada quien mantenga en sus sentimientos".

Amados corazones, muchos de los benditos seres pensaron que deberían liderar a la gente suavemente, hasta poder llevarlos a este punto. Ya es muy tarde. La necesidad es AHORA.

De comprender esto, ustedes podrán darse cuenta de que ya no son más seres humanos, sino que son Seres Divinos. El estudiante ha de convertirse en un ser únicamente de causa, y esa causa es la expansión consciente de todas las bendiciones y perfección desde la propia Magna Presencia YO SOY para la liberación de todos.

La pobreza no es espiritualidad. La falta de cualquier cosa buena es un recordatorio constante para la personalidad humana de que ha dependido de su propio esfuerzo humano, o de algún otro canal externo de actividad, como el sostenedor del cuerpo; y que es menester que armonice los sentimientos.

Hacer conciencia de lo privilegiados que somos al conocer y compender esta Enseñanza de los Maestros Ascendidos y Seres de Luz.

La importancia de la renuncia para llevar a cabo el servicio a Dios.