Los pensamientos de temor y los pensamientos egoístas constituyen el alimento de la tristeza, la enfermedad y el fracaso.

Las cosas que tenemos en nuestro corazón tienen una forma muy especial de abalanzarse sobre nosotros a través de las acciones de otras personas, de las condiciones de los negocios o de la descomposición de algún órgano del cuerpo.

Decimos que Jesús era Dios pero también lo somos tú y yo. Todos chispas de la Divinidad.

El conocimiento, las propiedades y los amigos son buenos siempre y cuando ellos no te posean a ti.

Muy a menudo pensamos que nuestra salvación está a una mayor o menor distancia adelante de donde estamos ahora, cuando en realidad está aquí mismo o en ninguna parte.

Cuando te viene a la mente un pensamiento negativo, un miedo de algo, algún resentimiento o condenación, lidia con él inmediatamente. Córtale la cabeza allí y entonces.

El curso avanzado es el que nos damos a nosotros mismos. Al demostrar por encima de los problemas logramos salud, armonía y liberación.

Hay esperanza; vuelve tus ojos al futuro. Lo mejor aún esta por darse.

La gente piensa que el engaño y la pretensión pueden ocupar el lugar de la buena calidad.