Comenzamos con los libros de Reyes que empiezan narrando el advenimiento de Salomón al trono y cierran con la caída del reino de Judá, abarcando, por consiguiente, del siglo X al VI a.C. Desaparecidos Amnón, Absalón y Quilab, se disputan la sucesión al trono Adonías y Salomón. Finalmente, este último se hace con el trono gracias a la actuación de su madre Betsabé y del profeta Natán; pero el relato deja entrever que la acción calculada de ambos tiene como resultado precisamente lo que Dios tenía dispuesto para la sucesión de David.