María, Madre de Jesús y nuestra, nos señala su Inmaculado Corazón. Un corazón que arde de amor divino, que muestra su pureza total y que atravesado por una espada nos invita a vivir el sendero del dolor-alegría. El Padre Pedro nos recuerda que esta Fiesta nos remite de manera directa y misteriosa al Sagrado Corazón de Jesús. Y es que en María todo nos dirige a su Hijo. Sus Corazones están unidos en el tiempo y la eternidad. Además responde a las preguntas llegadas al programa vía telefónica, el correo electrónico (
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