Todo aquello que hagas y que no esté en un estado de gracia de corazón, es preferible no hacerlo. Dar un apretón de mano, un abrazo y hasta palabras de confort a otro sin sentirlo, solo para aparentar, es lamentable y no representa nada dentro de tus logros.
Libro: El Espíritu de la Edad Dorada, vol. 2.
Ser divino: Arcángel Uriel.