En calidad de hijos de Dios podemos levantar las manos e invocar cualidades divinas, y de esta manera estaremos actuando bajo la Voluntad de Dios, quien nos ha dado la facultad de escoger lo que deseamos hacer: "el libre albedrío", o sea la Voluntad del hombre. Todos tenemos la oportunidad de hacer la voluntad de Dios o la voluntad del hombre, la decisión es de cada uno.
Libro: Pláticas del YO SOY.
Ser divino: Saint Germain.