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El científico húngaro Botond Roska obtuvo un millón de euros de la Fundación Körber, de Alemania, para investigar un tratamiento genético que podría restaurar la vista a pacientes ciegos.
Un investigador húngaro ganó el Premio Körber de Ciencia Europea 2020 en Hamburgo, Alemania, dotado de un millón de euros.
Botond Roska, que trabaja en la ciudad suiza de Basilea, ha descubierto una terapia genética que reprograma las células en el ojo humano para que puedan realizar el trabajo de los receptores sensibles a la luz necesarios para la visión humana, según la Fundación Körber, que entrega el premio anual. Se espera que el procedimiento reactive las retinas de pacientes ciegos.
El científico en medicina dijo que, por el momento, el proceso crea un nivel de resolución similar al de una televisión en blanco y negro. Las pruebas clínicas en voluntarios ciegos ya están en marcha como resultado del trabajo pionero del investigador nacido en Budapest.
"La investigación de Roska ha despertado la esperanza de que los nuevos métodos de tratamiento puedan restaurar la capacidad de ver en pacientes ciegos", dijo el alcalde de Hamburgo.
Hijo de un científico informático y un pianista, Roska comenzó su carrera en la medicina "después de un giro". El científico estudió violonchelo por primera vez en la Academia de Música Liszt Ferenc en Budapest, pero tuvo que abandonar el instrumento tras una lesión. Luego comenzó a estudiar medicina y matemáticas.
El ganador del prestigioso premio el año pasado fue el científico alemán en inteligencia artificial Bernhard Schölkopf, de la Sociedad Max Planck.
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El científico húngaro Botond Roska obtuvo un millón de euros de la Fundación Körber, de Alemania, para investigar un tratamiento genético que podría restaurar la vista a pacientes ciegos.
Un investigador húngaro ganó el Premio Körber de Ciencia Europea 2020 en Hamburgo, Alemania, dotado de un millón de euros.
Botond Roska, que trabaja en la ciudad suiza de Basilea, ha descubierto una terapia genética que reprograma las células en el ojo humano para que puedan realizar el trabajo de los receptores sensibles a la luz necesarios para la visión humana, según la Fundación Körber, que entrega el premio anual. Se espera que el procedimiento reactive las retinas de pacientes ciegos.
El científico en medicina dijo que, por el momento, el proceso crea un nivel de resolución similar al de una televisión en blanco y negro. Las pruebas clínicas en voluntarios ciegos ya están en marcha como resultado del trabajo pionero del investigador nacido en Budapest.
"La investigación de Roska ha despertado la esperanza de que los nuevos métodos de tratamiento puedan restaurar la capacidad de ver en pacientes ciegos", dijo el alcalde de Hamburgo.
Hijo de un científico informático y un pianista, Roska comenzó su carrera en la medicina "después de un giro". El científico estudió violonchelo por primera vez en la Academia de Música Liszt Ferenc en Budapest, pero tuvo que abandonar el instrumento tras una lesión. Luego comenzó a estudiar medicina y matemáticas.
El ganador del prestigioso premio el año pasado fue el científico alemán en inteligencia artificial Bernhard Schölkopf, de la Sociedad Max Planck.