Tobit encarga a su hijo Tobías ir a buscar los diez talentos de plata que había dejado en depósito a Gabael, en Media. Para ello le encarga que encuentre a un hombre fiel que le acompañe en el camino. Tobías encuentra al ángel Rafael, lo lleva junto a su padre Tobit y éste le ofrece como sueldo una dracma diaria, además de lo que necesite para el viaje. Tobías y Rafael se ponen en camino.