Cuando Amán decidió acabar con todos los judíos, recurrió a las suertes para determinar el día de la ejecución y salió el día trece del mes de Adar. La «suerte», o sorteo, en lengua babilónica se dice pur (en plural purim). Precisamente la fecha que salió en el sorteo fue la fecha en la que los judíos tomaron venganza de sus enemigos. Los dos días siguientes lo celebraron con fiestas y banquetes, dando origen a la fiesta de los Purim que celebran los judíos todos los años durante los días catorce y quince del mes de Adar. El libro de Ester termina exponiendo la interpretación del sueño de Mardoqueo con el que había comenzado y que nos habla de la protección que Dios dispensa a aquellos que se mantienen fieles a Él.