Un rey llevaba consigo una imagen de la Virgen que realizaba muchos milagros todos los días. Un fraile, que no creía en Dios, se burló de la imagen y dijo que cualquiera que creyera en ella carecía de buen sentido. Argumentó que no podía haber poder en la madera esculpida ya que no podía hablar ni moverse. Además, el fraile acusó al rey de creer en ídolos. El fraile dijo estas cosas estando en presencia del rey, quien escuchó todos estos insultos.