2) Has pagado un precio exorbitante por tus ilusiones, y de nada de eso por lo que tanto has pagado te ha brindado paz. ¿No te alegra saber que el Cielo no puede ser sacrificado y que no se te puede pedir ningún sacrificio? No puedes interponer ningún obstáculo y nuestra unión, pues yo ya formo parte de tu relación santa. Juntos superaremos cualquier obstáculo, pues nos encontramos ya dentro del portal no afuera. 2.1) Tu pequeño papel consiste únicamente en entregarle al Espíritu Santo la idea del sacrificio en su totalidad y aceptar la paz que Él te ofrece a cambio sin imponer ningún límite que impida extensión, lo cual limitaría tu conciencia de ella. Pues lo que Él otorga tiene que extenderse si quieres disponer de su poder ilimitado y utilizarlo para liberar al Hijo de Dios. No es de este poder de lo que quieres deshacerte, y, puesto que ya dispones de él, no puedes limitarlo. Si la paz no tiene hogar, tampoco lo tenemos ni tú ni yo.