Hoy, el amanecer, me sorprende con tonos amarillos en la línea del horizonte. Agosto termina y llega mi mes, si.
Siempre ha sido el inicio de algo nuevo. Una vuelta más al sol, y un lienzo en blanco. Como si me dieran el banderazo de salida para una nueva carrera.
Todos los buenos propósitos que la mayoría de las personas establecen a principio de año, yo los traslado a septiembre e incluso me replanteo la eterna lucha entre el debo, quiero, puedo.