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Había una vez un narrador oral que vivía en un mundo lleno de gente, de animales y de cosas. El Narrador sentía que el mundo le pertenecía porque podía contarlo. Así se dedicaba a viajar de región en región contando sus cuentos, sus leyenda y sus mitos. Y a donde llegaba siempre los recibían con los oídos atentos.
La vida del narrador oral estaba llena de aventuras y siempre despertaba a un nuevo día con nuevas experiencias que contar, e inmediatamente salía al mundo a contar sus experiencias a todos aquellos que lo querían oír.
Pero Un dia el narrador oral se levanto y al salir de su habitación no encontró a nadie, salió a la calle y no encontró a nadie, camino por las calles de su ciudad y no había absolutamente nadie. Todos los seres del mundo habían desaparecido. Durante la noche algo misterioso había sucedido y como resultado todos se habían desvanecido. Después de días y días de recorrer el mundo desolado, pasando por calles, pueblos y ciudades, confirmo con certeza que el, el narrador oral era el único ser que existía en todo el planeta.
El un hombre lleno de historias, cuentos, leyendas y mitos que contar, se encontraba solo en el mundo y no tendría a nadie que le pudiera oír sus cuentos. Siempre había oído una teoría que decía que si un árbol caía en el bosque y no había nadie cerca para escucharlo, el árbol no habría producido un ruido ya que se necesita alguien que lo oiga para producir ruido.
Después de muchos días se encontró solo en un mundo y se preguntaba si sus cuentos existirían ahora que no había nadie que los pudiera escuchar. Sabia que en su mente había historias, pero sin quien las escucharan no existirían cuando las dijera en voz alta.
El narrador siguió pensando en esto y finalmente se encerró en su habitación deprimido de no poder ser un narrador oral nunca más. Con el pasar de los días su tristeza se volvió más y más profunda y su soledad se hizo mas y mas grande.
Desesperado, encerrado en su habitación, y en total oscuridad decidió hacer una locura y en voz alta como fuera posible, desafiando el sentido común y la lógica de estar solo en un mundo, Dijo gritando
Había una vez ….
Y allí en ese mismo instante alguien toco a su puerta.
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Había una vez un narrador oral que vivía en un mundo lleno de gente, de animales y de cosas. El Narrador sentía que el mundo le pertenecía porque podía contarlo. Así se dedicaba a viajar de región en región contando sus cuentos, sus leyenda y sus mitos. Y a donde llegaba siempre los recibían con los oídos atentos.
La vida del narrador oral estaba llena de aventuras y siempre despertaba a un nuevo día con nuevas experiencias que contar, e inmediatamente salía al mundo a contar sus experiencias a todos aquellos que lo querían oír.
Pero Un dia el narrador oral se levanto y al salir de su habitación no encontró a nadie, salió a la calle y no encontró a nadie, camino por las calles de su ciudad y no había absolutamente nadie. Todos los seres del mundo habían desaparecido. Durante la noche algo misterioso había sucedido y como resultado todos se habían desvanecido. Después de días y días de recorrer el mundo desolado, pasando por calles, pueblos y ciudades, confirmo con certeza que el, el narrador oral era el único ser que existía en todo el planeta.
El un hombre lleno de historias, cuentos, leyendas y mitos que contar, se encontraba solo en el mundo y no tendría a nadie que le pudiera oír sus cuentos. Siempre había oído una teoría que decía que si un árbol caía en el bosque y no había nadie cerca para escucharlo, el árbol no habría producido un ruido ya que se necesita alguien que lo oiga para producir ruido.
Después de muchos días se encontró solo en un mundo y se preguntaba si sus cuentos existirían ahora que no había nadie que los pudiera escuchar. Sabia que en su mente había historias, pero sin quien las escucharan no existirían cuando las dijera en voz alta.
El narrador siguió pensando en esto y finalmente se encerró en su habitación deprimido de no poder ser un narrador oral nunca más. Con el pasar de los días su tristeza se volvió más y más profunda y su soledad se hizo mas y mas grande.
Desesperado, encerrado en su habitación, y en total oscuridad decidió hacer una locura y en voz alta como fuera posible, desafiando el sentido común y la lógica de estar solo en un mundo, Dijo gritando
Había una vez ….
Y allí en ese mismo instante alguien toco a su puerta.