El término "vencer a Satanás" puede sonar extraño, pero simplemente significa practicar una guerra espiritual regular resistiendo a Satanás a través de la oración. Las personas no son nuestros enemigos; más bien, nuestros enemigos son las fuerzas espirituales malignas que nos rodean y que odian a Dios y a sus seguidores. Como seguidores de Jesús, nos opondremos a las artimañas de nuestros adversarios espirituales a través de la oración.