Jesús nos mandó dedarraigar y no ejercer violencia lateral hacia nuestros hermanos. No debemos tratar de aventajar a los demás para vanagloria y mucho menos a base de trampas, tretas, o cosas parecidas. Antes bien, nos dice Jesús, el que quiera ser mayor debe servir a los demás, tal como Él -siendo Dios- vino a servir al mundo. La violencia lateral (lo mismo que la vertical) debe desaparecer. Dios nos ayude a ser mansos y himildes.