Los que están seguros del resultado final pueden permitirse el lujo de esperar, y esperar sin ansiedad. Para el maestro de Dios tener paciencia es algo natural. Todo lo que ve son resultados seguros que ocurrirán en un momento que tal vez aún le sea desconocido, pero que no pone en duda. El momento será tan apropiado como la respuesta. Y esto es verdad con respecto a todo lo que ocurre ahora u ocurra en el futuro. En el pasado no se produjeron tampoco errores ni ocurrió nada que no sirviese para beneficiar al mundo, así como aquel a quien aparentemente le ocurrió. Tal vez esto no se entendió así en su momento.