El nombre de Cayetano Santos Godino es uno de los más tristemente célebres en la historia criminal argentina. Aunque tal vez se lo conozca más por su apodo: el "Petiso Orejudo". Convertido en una especie de mito con el que algunos padres asustaban a sus hijos, el personaje real existió y en 1912, con solo 15 años, cometió crímenes atroces contra otros niños.