En esta entrega, iniciaremos con el primer capitulo del articulo de Lyn Alden "Que es dinero en realidad".

El dinero es un tema sorprendentemente complejo.

La gente se pasa la vida buscando dinero, y en cierto modo parece tan sencillo, y sin embargo lo que la humanidad ha definido como dinero ha cambiado significativamente a lo largo de los siglos.

¿Cómo es posible que algo tan simple y tan universal adopte tantas formas diferentes?

Es una pregunta importante para reflexionar porque básicamente tenemos cuatro cosas que podemos hacer con nuestros recursos: consumir, ahorrar, invertir o compartir.

Consumir: Cuando consumimos, satisfacemos nuestras necesidades y deseos inmediatos, incluidos el alojamiento, la comida y el entretenimiento.

Ahorrar: Cuando ahorramos, almacenamos nuestros recursos en algo que es seguro, líquido y portátil, es decir, el dinero. Esto sirve como una batería de bajo riesgo en donde nuestros recursos se almacenan atraves del tiempo y el espacio para consumo futuro.

Invertir: Cuando invertimos, al intentar proporcionar algún valor nuevo a nosotros mismos o a otros, dedicamos recursos a un proyecto que tiene una probabilidad decente de multiplicar nuestros recursos, pero que también conlleva el riesgo de perderlos. Esto sirve como un amplificador de mayor riesgo, menos líquido y menos portátil de futuros recursos en comparación con el dinero. Hay inversiones personales, como nuestro propio negocio o educación, y hay inversiones financieras externas en empresas o proyectos dirigidos por otras personas.

Compartir: Cuando compartimos, o lo que es lo mismo, damos a la caridad y a los miembros de nuestra comunidad, entregamos una parte de nuestros recursos excedentes a quienes consideramos necesitados y merecedores. En muchos sentidos, esto puede considerarse una forma de inversión en el éxito y la estabilidad de nuestra comunidad en general, lo que probablemente sea la razón por la que estamos predispuestos a hacerlo.

La mayoría de las personas en el mundo no invierten en activos financieros; todavía están en la etapa de consumo (necesidades básicas y entretenimiento diario) o en la etapa de ahorro (dinero y patrimonio de la vivienda), ya sea por limitaciones de ingresos, por excesos de consumo o porque viven en una parte del mundo que no tiene mercados de capitales bien desarrollados. Sin embargo, muchos de ellos invierten en la expansión de un negocio propio o en la educación de ellos mismos y de sus hijos, lo que significa que invierten en su vida personal, y puede que también compartan en su comunidad, a través de instituciones religiosas o iniciativas laicas.

Entre la minoría que invierte en activos financieros, suelen estar acostumbrados a la idea de que las inversiones cambian rápidamente con el tiempo, por lo que tienen que pensar mucho en cómo invertir. O bien elaboran una estrategia ellos mismos y la gestionan, o bien subcontratan esa tarea a un especialista para que lo haga por ellos y así poder centrarse más en las habilidades con las que ganan esos recursos en primer lugar.

Sin embargo, dependiendo del lugar del mundo en el que vivan, las personas no están muy acostumbradas a llevar un control de calidad del dinero en sí, ni a decidir qué tipo de dinero tener.

En los países desarrollados, en particular, la gente suele tener simplemente la moneda de ese país. En los países en desarrollo, que suelen tener una historia de devaluacion de la moneda más reciente y extrema, la gente suele pensar más en el tipo de dinero que tienen. Pueden intentar minimizar la cantidad de efectivo que tienen y mantenerlo en activos solidos, o pueden tener moneda extranjera, por ejemplo.

Este artículo analiza la historia del dinero y examina este periodo bastante inusual en el que parece que estamos pasando por una transformación global gradual de lo que definimos como dinero, comparable