Os contaré una hermosa historia, de otro de los innumerables milagros de María, y como acoge a los que a Ella la invocan, e incluso la fuerza que mueve su corazón generoso, ante un ¡Ave María!
Había dos estudiantes que, en lugar de estudios y libros, pasaban el tiempo en francachelas y deshonestidades.
Uno de ellos rezaba todos los días antes de acostarse, un AVE MARÍA. Y cómo, por la fuerza de ésta invocación, María le permitió, ser advertido por el alma de su amigo, que había muerto ahogado por el demonio, para que cambiara de vida y alcanzara la salvación.