Dios, no nos ha dado un espíritu de timidez, un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio.
Recordad las palabras del Señor para quien le niegue… para quien le oculte, con quien no dé testimonio de fe.
Independientemente de lo que digan, de lo que piensen, de lo que haga… Plantéate una sola pregunta, una sola afirmación y con ellas, una sola respuesta…
Y levantando el dedo índice hacia al cielo, di para ti mismo y para los que quieran escucharte.
Él y yo… lo sabemos.
Qué me importa lo que piensen los demás…
Ella y yo… lo sabemos.