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"No te preocupes si te roban una idea. Si es original, tendrás que hacérsela entrar a la fuerza."
"Dentro de esta capa ya no queda carne ni sangre que matar. Solo hay una idea. Las ideas son a prueba de balas."
El 31 de octubre de 2008, la futura trayectoria de nuestra sociedad cambió para siempre. Se hizo un gran avance y se libero una idea imparable sobre el mundo. Una idea tan profunda, tan escandalosa, que fue ignorada por casi todo el mundo durante los primeros años, y todavía es rechazada por la mayoría: Bitcoin: un sistema de efectivo electrónico de igual a igual.
El whitepaper publicado por Satoshi Nakamoto en aquella noche de Halloween describe una idea que conquistará el mundo. Cada día que pasa, se hace más evidente que Bitcoin no va a desaparecer, aunque la mayoría de la gente sigue pensando que no es más que un sistema para hacerse rico rápido, ajenos al profundo cambio que va a suponer para la sociedad.
“Las ideas, a diferencia de las estructuras sólidas, no perecen,” nos recuerda Alan Moore. “Permanecen inmortales, inmateriales y en todas partes, como todas las cosas Divinas.”
En esta fatídica noche de 2008, Satoshi dejó salir al genio de la botella. Pasamos de un mundo donde el efectivo digital era solo una idea a un mundo donde existe Bitcoin. No solo la idea está aquí para quedarse, sino que con cada bloque que pasa, Bitcoin nos recuerda que esta idea ahora es una realidad. Como veremos, esta nueva realidad es más poderosa de lo que se podría pensar en un principio. Es poderoso porque marcará el comienzo de un nuevo paradigma económico. Es poderoso porque ha llegado el momento de hacerlo. Es poderoso porque no se puede detener. Como nos recuerda Víctor Hugo: nada es tan poderoso como Una idea cuyo tiempo ha llegado. Bitcoin llegó para quedarse; y el momento de Bitcoin es ahora.
"Se puede resistir a la invasion de ejércitos; pero no se puede resistir a la invasion de ideas."
Contrariamente a la creencia popular, Bitcoin no surgió de la nada. La idea del efectivo digital tiene una larga y rica historia. En particular, un colectivo informal conocido como los Cypherpunks escribió extensamente sobre el efectivo anónimo digital, cómo se podrían realizar tales sistemas y las implicaciones sociales de la criptografía sólida en general. De ahí el nombre: cypherpunks.1
Después de formar el grupo en 1992, Eric Hughes, Timothy C. May y John Gilmore crearon la lista de correo cypherpunk para discutir y compartir sus ideas sobre criptografía, reenvíos, anonimato, efectivo digital y "otras cosas interesantes" con un grupo más amplio de gente. Muchos años después, un cypherpunk llamado Satoshi Nakamoto eligió publicar el whitepaper de Bitcoin en una lista de correo similar: la lista de correo de criptografía.
Como es evidente al estudiar sus escritos, a los cypherpunks les importaba mucho la idea del efectivo digital. En 1993, Eric Hughes discutió la idea del efectivo digital, su relación con la privacidad y su importancia para una sociedad libre en el Manifiesto Cypherpunk: "Dado que deseamos privacidad, debemos asegurarnos de que cada parte de una transacción tenga conocimiento solo de lo que es directamente necesario para esa transacción. Dado que se puede hablar de cualquier información, debemos asegurarnos de revelar lo menos posible. En la mayoría de los casos, la identidad personal no es relevante. Cuando compro una revista en una tienda y le doy dinero en efectivo al vend
"No te preocupes si te roban una idea. Si es original, tendrás que hacérsela entrar a la fuerza."
"Dentro de esta capa ya no queda carne ni sangre que matar. Solo hay una idea. Las ideas son a prueba de balas."
El 31 de octubre de 2008, la futura trayectoria de nuestra sociedad cambió para siempre. Se hizo un gran avance y se libero una idea imparable sobre el mundo. Una idea tan profunda, tan escandalosa, que fue ignorada por casi todo el mundo durante los primeros años, y todavía es rechazada por la mayoría: Bitcoin: un sistema de efectivo electrónico de igual a igual.
El whitepaper publicado por Satoshi Nakamoto en aquella noche de Halloween describe una idea que conquistará el mundo. Cada día que pasa, se hace más evidente que Bitcoin no va a desaparecer, aunque la mayoría de la gente sigue pensando que no es más que un sistema para hacerse rico rápido, ajenos al profundo cambio que va a suponer para la sociedad.
“Las ideas, a diferencia de las estructuras sólidas, no perecen,” nos recuerda Alan Moore. “Permanecen inmortales, inmateriales y en todas partes, como todas las cosas Divinas.”
En esta fatídica noche de 2008, Satoshi dejó salir al genio de la botella. Pasamos de un mundo donde el efectivo digital era solo una idea a un mundo donde existe Bitcoin. No solo la idea está aquí para quedarse, sino que con cada bloque que pasa, Bitcoin nos recuerda que esta idea ahora es una realidad. Como veremos, esta nueva realidad es más poderosa de lo que se podría pensar en un principio. Es poderoso porque marcará el comienzo de un nuevo paradigma económico. Es poderoso porque ha llegado el momento de hacerlo. Es poderoso porque no se puede detener. Como nos recuerda Víctor Hugo: nada es tan poderoso como Una idea cuyo tiempo ha llegado. Bitcoin llegó para quedarse; y el momento de Bitcoin es ahora.
"Se puede resistir a la invasion de ejércitos; pero no se puede resistir a la invasion de ideas."
Contrariamente a la creencia popular, Bitcoin no surgió de la nada. La idea del efectivo digital tiene una larga y rica historia. En particular, un colectivo informal conocido como los Cypherpunks escribió extensamente sobre el efectivo anónimo digital, cómo se podrían realizar tales sistemas y las implicaciones sociales de la criptografía sólida en general. De ahí el nombre: cypherpunks.1
Después de formar el grupo en 1992, Eric Hughes, Timothy C. May y John Gilmore crearon la lista de correo cypherpunk para discutir y compartir sus ideas sobre criptografía, reenvíos, anonimato, efectivo digital y "otras cosas interesantes" con un grupo más amplio de gente. Muchos años después, un cypherpunk llamado Satoshi Nakamoto eligió publicar el whitepaper de Bitcoin en una lista de correo similar: la lista de correo de criptografía.
Como es evidente al estudiar sus escritos, a los cypherpunks les importaba mucho la idea del efectivo digital. En 1993, Eric Hughes discutió la idea del efectivo digital, su relación con la privacidad y su importancia para una sociedad libre en el Manifiesto Cypherpunk: "Dado que deseamos privacidad, debemos asegurarnos de que cada parte de una transacción tenga conocimiento solo de lo que es directamente necesario para esa transacción. Dado que se puede hablar de cualquier información, debemos asegurarnos de revelar lo menos posible. En la mayoría de los casos, la identidad personal no es relevante. Cuando compro una revista en una tienda y le doy dinero en efectivo al vend