El 9 de octubre de 1940, nació en Liverpool John Lennon, un hombre que puso a reyes y pueblo a bailar rock and roll, que les recordó a los hombres de ninguna parte que el mundo está a su mando y que en un planeta en guerra, le cantó a la paz y al amor. 

El 3 de septiembre de 1940, nacía en Montevideo Eduardo Galeano, un escritor que con su pluma -de tinta siempre fresca- supo incomodar a los poderosos y ajusticiar a los despojados. A 80 años de su llegada al mundo, su fuego sigue alumbrando.

El 6 y el 7 de junio de 1980, Serú Girán presentó en el estadio Obras Sanitarias el disco “Bicicleta”, el cual se grabaría meses después. Hace cuarenta años, el público escuchaba por primera vez canciones que marcarían una época. - Con la voz de Elisa Soldano.

La historia de Mamita Peyote, una de las bandas con mayor proyección de la ciudad, nunca cursó por un carril fácil. Ese universo festivo, enérgico y alegre que el grupo inspira en cada tema y en cada show fue logrado también sabiendo sortear los distintos obstáculos que el camino fue planteando. Así, con amistades, amores y desencuentros, a lo largo de esta última década nació y se consolidó una de las bandas que ha sabido trascender las fronteras de la ciudad a través de su sonido ecléctico que combina el reggae, el ska, el gypsy y la cumbia.

Este es el segundo capítulo de "Cauce y consecuencia", el podcast de 70/30, del Diario Digital Conclusión, en el que repasamos las distintas historias que merecen ser contadas sobre las bandas de Rosario y su vasta movida.

Atravesada por el río Paraná, la ciudad tiene su propio cauce por el que transitan miles de expresiones que nacen, crecen y viven (y, a veces, desbordan) con una potente fuerza propia, capaz de saltar las barreras y los obstáculos que el mismo trayecto impone. ¿Cuál fue el camino que tuvieron que navegar estas bandas para poder expresar su arte en esta parte del mundo?.

- Con la voz de Guido Brunet y canciones de Mamita Peyote.

Con todo lo arbitrario y redundante de los adjetivos que se le aditan a un oficio para realzarlo, sin temor al error se afirmará que Antonio Berni es, por excelencia, uno de los dos o tres artistas seculares de la modernidad argentina.

Sin tampoco hacer gala de la superioridad de lo vernáculo, fue concebido en la Rosario de principios del siglo XX, entre los avasalles pujantes del vapor del mundo nuevo y la melancolía portuaria (con sus naturales reversos). Nació en la ciudad santafesina en mayo de 1905; hijo del inmigrante Napoleón y la lugareña Margarita, el niño Berni mostró rápidamente habilidad para la pintura y fue calificado como “prodigio” aún en plena pubertad. Ya antes de los 15 su incipiente obra alcanzaba ámbitos de exposición, algo poco habitual a su edad.

En esta entrega de 70/30 Perfiles, donde repasamos historias de personajes destacados de la ciudad, recordados y olvidados, te contamos "Colores del siglo", la historia del gran e icónico artista Antonio Berni, creador de los entrañables Juanito Laguna y Ramona Montiel.

- Con la voz de Facundo Díaz D'Alessandro.

Invierno de 2007. Una reunión en Arroyo Seco. Once personas con habilidades en la música, el teatro, el cine, el diseño o las artes plásticas se debaten un nuevo proyecto para llevar adelante. El objetivo: usar todas las herramientas expresivas posibles para contar una historia. Así nacieron Los Cuentos de la Buena Pipa, que en aquel entonces era un grupo que no pensaba en la idea de hacer canciones, ni mucho menos discos.

Este es el primer capítulo de "Cauce y consecuencia", el podcast de 70/30, del Diario Digital Conclusión, en el que repasamos las distintas historias que merecen ser contadas sobre las bandas de Rosario y su vasta movida. 

Atravesada por el río Paraná, la ciudad tiene su propio cauce por el que transitan miles de expresiones que nacen, crecen y viven (y, a veces, desbordan) con una potente fuerza propia, capaz de saltar las barreras y los obstáculos que el mismo trayecto impone. ¿Cuál fue el camino que tuvieron que navegar estas bandas para poder expresar su arte en esta parte del mundo?.

- Con la voz de Guido Brunet y canciones de Los Cuentos de la Buena Pipa.