Este título plantea una pregunta fundamental para todas las madres: ¿Nuestro papel principal es proteger a nuestros hijos de todos los peligros, o es más bien guiarlos para que puedan enfrentar los desafíos de la vida por sí mismos?
En este episodio, ponemos nuestro punto de vista sobre la mesa, en el cual estamos bastante de acuerdo las cuatro: Somos madres poco controladoras, somos guías, en el rol de orientar, aconsejar y acompañar a nuestros hijos en su crecimiento, dándoles las herramientas necesarias para tomar sus propias decisiones y construir su propio camino. Pero hay que ser también algo guardianas: esto no es malo, simplemente representa la necesidad innata de proteger a nuestros hijos, de cuidarlos y resguardarlos de cualquier daño. Es un instinto materno muy poderoso. El desafío radica en encontrar el equilibrio perfecto entre estos dos roles.
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