Hay personas grandes y personas pequeñas, y las personas grandes siempre necesitan explicaciones: "son incapaces de comprender algo por sí solas y es muy fastidioso para los niños darles explicaciones una y otra vez." La opinión del piloto, según nos confiesa él mismo, no ha mejorado mucho con el correr de los años. Él abandonó a los seis años una promisoria carrera de pintor. Es un piloto experimentado que se encuentra en una situación difícil. Su avión sufrió una avería en el desierto. Solo tiene agua para ocho días. El poblado más cerca está a miles de millas de distancia. Y en ese contexto conoce a un niño que... no parece extraviado, que no tiene hambre, ni sed, ni frío... ¡ni miedo! Y que le pide: "Por favor, dibujame un cordero..."

Fragmento emitido en el programa de radio GPS, conducido por Daniel Pardo en Radio El Cordillerano, Bariloche (Patagonia)