Esta terrible semana se inició con una sonrojante derrota en Getafe, donde el Atlético de Madrid llegaba dependiendo de sí mismo para conseguir el título ligero. Se volvió a demostrar que este equipo no está para grandes gestas y la plantilla es corta y descompensada. Además de una ausencia de carácter, algo que no se compra con millones de euros. 

El miércoles el sueño de la Champions se esfumó frente al Trampas en una noche que empezó de ensueño, pero los nubarrones llegaron en una pirueta del destino que aún nos deja sin palabras con el paso de los días. 

Ayer domingo, el equipo se rehizo y consiguió un 2-0 en el minuto 70 que nos mantenía de lleno en la lucha por la Liga. Pero el equipo se cayó. Los cambios fueron devaluando las prestaciones del cuadro colchonero que acabó cayendo estrepitosamente. 

Desde entonces ha llegado el momento de arribistas, oportunistas que demuestran que quizá no estemos tan lejos de ser como los otros. Es momento de reflexión y análisis sin caer en el cainismo. Aquí cabemos todos y os invitamos a participar en nuestras redes, correo… Incluso a los miembros de nuestra peña, la mayoría de los cuales no ha pasado por aquí.