La conexión es establecer contacto con la fuente de Vida que nos sustenta, es fomentar una alimentación que sana y purifica el Alma, que nos permite afrontar los retos desde un lugar de serenidad y gozo, de gratitud y generosidad.
Conectar es aprender a vivir, a disfrutar, a confiar, a sentir que todo está bien y que todo es para bien, es tener la seguridad de que lo Real está siempre a salvo, es dejarse acompañar y guiar sin miedo, porque has renunciado al juicio y al conflicto, sabes que la Paz está ahí adentro, disponible y abundante, aguardando tu decisión.