El arte de "darse cuenta" es imprescindible para identificar nuestras zonas oscuras, también la claras, así es como potenciaremos nuestras fortalezas y abrazaremos nuestras debilidades, convirtiéndolas en nuevas fortalezas, nuevos recorridos mentales que nos llevarán a lugares plácidos y serenos, bellos y abundantes.
Transmutar la oscuridad y regresar a la Luz que es identidad y función, requiere algo más que prestar atención. Darnos cuenta es el primer paso hacia el ejercicio de una voluntad guiada por la verdad que nos vive, nos va a llevar al campo de la acción y la experiencia.
Estamos llamados a vivirnos en Plenitud, sólo hemos de atrevernos a dar el salto.