Desde que era un crío siempre he soñado con un mundo donde los dibus y los humanos vivimos en paz, armonía… y nos tiramos yunques a la cabeza como quien se pasa la sal en la cena.

¿El culpable de esta fantasía animada? ¡“¿Quién engañó a Roger Rabbit?”!

Aún lo recuerdo: yo, un pequeño “peraltín” con rodillas raspadas, bocata en mano y ojos como faros, entrando al cine por primera vez. Salí de allí convencido de que algún día me iría de birras con el Pato Lucas o acabaría compartiendo piso con Goofy y sus ronquidos.

Pero ojo, que esta historia no empieza con Roger. Ya en 1945, Jerry (sí, el ratón que no es Mickey pero que también se las trae) bailaba con Gene Kelly como si no hubiera mañana. En el 64, Mary Poppins se marcaba un té en el techo con pingüinos camareros. Y en el 71… ¡rugby entre humanos y dibus! Qué nos daban en la merienda, por favor.

Y entonces… ¡BOOM! Zemeckis entra en escena en 1988 y suelta: “¿Queréis magia? Pues toma mezcla imposible.” Y nos casca ¿Quién engañó a Roger Rabbit? Una joya animada con alma de cine negro, trompazos, gags de otro mundo y una banda sonora que te guiña el ojo.

Jessica Rabbit redefinió la palabra “bomba” (y la gravedad). Benny el taxi era más rápido que un VTC en huelga. Mickey y Bugs compartiendo plano… ¡y sin liarla parda! Y Baby Herman, ese bebé con voz de camionero que merece su propio spin-off.

Se llevó 4 Óscars. De 7 nominaciones. ¡Y yo digo que le robaron, como mínimo, tres más!

Después vinieron los imitadores. Ralph Bakshi y su “Cool World” con Brad Pitt pre-Brangelina y Kim Basinger animada en plan femme fatale… pero no, Jessica Rabbit solo hay una. Y no se repite.

Space Jam, con Bugs y Jordan… Que sí, que mola, pero vamos, Jordan actuando es como el Pato Donald hablando inglés: se agradece el esfuerzo, pero no cuela.

Y más tarde, Chip y Chop se marcaron una vuelta nostálgica y muy meta, que nos hizo sonreír, pero no nos devolvió a ToonTown del todo. Para eso necesitamos a Roger, Benny, y una buena persecución con pianos cayendo del cielo.

Así que… en el programa de hoy nos juntamos Pedro y un servidor para hablar de todo esto entre risas, explosiones, clavos en la cabeza y la eterna pregunta: ¿cuándo va a denunciar el Coyote a ACME de una vez?

¡Dale al play, que esto empieza a todo trapo!