Recordar sucesos dolorosos u ofensivos no es solo una molestia emocional, sino que pueden desencadenar ansiedad persistente, insomnio, baja autoestima, episodios depresivos o incluso síntomas propios del trastorno de estrés postraumático, como revivir el recuerdo o evitar todo lo que lo se recuerde. En España, más del 72% de la población ha experimentado estrés o ansiedad en el último año. Según el Barómetro Sanitario 2025, el 21% de la población declaró necesitar ayuda psicológica, pero solo cerca del 25 % logró cita en menos de un mes. Ahora, los investigadores han descrito, por primera vez, las señales cerebrales asociadas al olvido de recuerdos desagradables en humanos. Daniel Pacheco-Esteban, investigador del Departamento de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación de la Universitat Autònoma de Barcelona nos habla de este trabajo y sus implicaciones. Además, estrenamos la sección "El Presente de las Especies", donde nuestro compañero Carlos Alonso nos habla de los milagros de la evolución en la fauna.
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