Jesús insta a no afanarse por la vida, la comida o la ropa, ya que la vida es más que el alimento y el cuerpo más que la vestimenta. Este versículo es parte de un pasaje más amplio donde Jesús enseña a no preocuparse por las necesidades básicas, confiando en que Dios proveerá para quienes busquen primero su reino y su justicia.