Disfrutar del trabajo debe ser nuestra prioridad, agradecidos por lo que el Eterno nos otorga por su intermedio. Si te quiere dar riquezas, acepta su designio, disfrútalas y se un instrumento para bendición de otros. Si tu destino es ser un hombre esforzado, que vive de su trabajo, recibiendo lo que necesita para el diario vivir, acéptalo, disfruta lo que llega y se agradecido.