En este podcast, hablamos del grito de los dos ciegos que siguieron a Jesús clamando: “Hijo de David, compadécete de nosotros”. Reflexionamos juntos sobre cómo la Biblia está llena de gritos que no nacen de la desesperación, sino de la fe: el clamor de Israel, el llanto de Ana, el grito de Bartimeo. Descubrimos que Adviento es un tiempo para levantar la voz del corazón y reconocer, como dijimos el primer día, que solos no podemos. Levantar el alma también es atrevernos a clamar: pedir luz, esperanza y claridad. Queremos aprender a dar ese grito sincero que hace que Jesús se detenga a nuestro lado.