31 de Agosto de 1888, el día está amaneciendo muy lentamente para Whitechapel, a pesar del abrumante frío algún que otro paseante comienza a circular por el barrio, y allí entre la oscuridad de las calles, a lo lejos una mujer se encuentra tendida sobre el suelo, esta mujer habría sido meticulosamente degollada y no existen pistas, ni testigos, ni el arma homicida, el gran misterio del East End londinense había comenzado.