Palabra de Dios: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9

Perlas: Hay algo muy importante. Debemos asegurarnos de que aquello por lo que estamos orando y esperando realmente ES la voluntad de Dios, ya que si NO ES estaríamos perdiendo nuestro tiempo, y si SÍ ES debemos tener la certeza de que en Su tiempo se cumplirá. Es fundamental asegurarnos de que Dios nos ha llamado a esta misión específica y a esta guerra y que Él nos ha dado una promesa. Desde siempre, y hasta nuestros días, los seres humanos muchas veces (especialmente en el mundo religioso) involucran y utilizan el nombre de Dios en cosas que Él no ha dicho.

Ahora, cuando ES una promesa dada por Dios, nunca llega tarde, siempre llega a tiempo. Tendemos a desesperarnos, sin embargo Dios es paciente. Él sabe lo necesario que es la espera y todo lo que Él necesita lograr y producir en nosotros ANTES de recibir la promesa. Él es paciente para con nosotros, conoce bien el daño que nos haríamos si recibiéramos el milagro cuando nuestro corazón no está listo. En la espera ocurren los milagros más importantes dentro de nosotros, siendo el arrepentimiento el primero de todos, los cuales nos preparan para recibir el cumplimento de la promesa.

Oración: Señor, hoy estoy aquí delante de Ti con un corazón agradecido. Gracias por Tu paciencia conmigo que nunca se agota. Gracias por no desecharme y seguirme amando a pesar de mi queja, impaciencia y rebeldía. Te amo Padre. Estoy aprendiendo a conocer Tu corazón y Tus planes para mí. Trae claridad a mi mente. Hay tanto pensamientos, ideas, deseos, planes…y no sé qué viene de Ti y qué viene de mí. Necesito que Tu luz invada todos los lugares oscuros de mi mente. Quiero ver lo que Tú vez. Quiero anhelar lo que Tú anhelas para mí. Amén.

Reto del día: Pregúntale a Dios y escribe lo que Él habla a tu corazón.

Señor, ¿cuál es mi misión?

¿Estoy peleando una guerra que no me corresponde?

¿Cuáles son Tus promesas para mí?

¿He desarrollado planes B?