
Sign up to save your podcasts
Or
Palabra de Dios: “Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada,” Lucas 10:38-42
Perlas: Observemos algo: Marta fue la que abrió la puerta y recibió a Jesús en la casa. Sin embargo, Marta estaba tan llena de preocupaciones y juicios, que no tuvo la capacidad de disfrutar Su Presencia, ni de recibir Sus Palabras. Marta estaba demasiado ocupada para Jesús, y además se había convertido en un juez que no solo juzgó a su hermana, sino a Jesús mismo. Juzgó a su hermana como floja y egoísta, y a Jesús como alguien descuidado, insensible, a quien no le importaba lo que le estaba pasando a ella, y alguien que no estaba haciendo nada al respecto; prácticamente Marta dijo: “ Mi hermana es tremenda floja, egoísta y fresca, y a ti Jesús, ni te importa lo que me está pasando ni tampoco haces nada, teniendo el poder para hacer algo no haces nada”.
¿Cuántas veces nos hemos comportado como Marta? Perdidos en las muchas cosas por hacer, resentidos con los demás, juzgando a todo el mundo, incluyendo a Dios mismo, porque no hace lo que nosotros queremos que haga, lo que nosotros pensamos que es justo… y realmente estamos totalmente perdidos. Gracias a Dios por Su misericordia y paciencia. La respuesta que Jesús le dio a Marta fue una lección eterna de vida para ella, para todos quienes estaban ese día en esa casa, y para nosotros hoy: Cuando Jesús entra a tu casa, Él es la Persona más importante, es por eso que, pasar tiempo a Sus pies escuchando todo lo que Él quiere decirte y enseñarte, es la decisión más sabia y la mejor; ese es un tesoro que nadie te podrá jamás quitar.
Oración: Señor, me veo reflejado en Marta. Siempre ocupado con una lista de cosas por hacer, que crece con las horas. Te dejé entrar a mi casa, pero nunca tengo tiempo para estar a Tus pies, en paz, disfrutando Tu Presencia y escuchando Tus Palabras. Y también veo cómo mi corazón se ha endurecido, cómo me he convertido en juez de los demás, y aún a Ti te he juzgado. Me arrepiento y te pido que me perdones y me limpies. Hoy dejo a un lado ese gran acumulado de preocupaciones y “pendientes”, y me postro a Tus pies. Me siento muy cargado y estoy agotado. No puedo ni quiero continuar viviendo mi vida así. Te suplico Señor que pongas Tu mano en mi cabeza y traigas paz a mi mente; pon Tu mano en mi corazón y trae paz a mis emociones. Quiero hoy llorar en Tus brazos. Llévate estas cargas tan pesadas y consuélame Señor. Te escucho… háblame.
Reto del día: Si te identificas con Marta, el reto es NO HACER NADA. Quédate quieto en Su Presencia… escucha todo lo que Él quiere decirte hoy. Cuando vengan ataques a tu mente de la lista de preocupaciones, entrégalas otras vez, y continúa allí, sentado a Sus pies, en silencio, escuchándolo. Recibe y atesora cada palabra. Jesús está en tu casa y te llama.
5
1010 ratings
Palabra de Dios: “Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada,” Lucas 10:38-42
Perlas: Observemos algo: Marta fue la que abrió la puerta y recibió a Jesús en la casa. Sin embargo, Marta estaba tan llena de preocupaciones y juicios, que no tuvo la capacidad de disfrutar Su Presencia, ni de recibir Sus Palabras. Marta estaba demasiado ocupada para Jesús, y además se había convertido en un juez que no solo juzgó a su hermana, sino a Jesús mismo. Juzgó a su hermana como floja y egoísta, y a Jesús como alguien descuidado, insensible, a quien no le importaba lo que le estaba pasando a ella, y alguien que no estaba haciendo nada al respecto; prácticamente Marta dijo: “ Mi hermana es tremenda floja, egoísta y fresca, y a ti Jesús, ni te importa lo que me está pasando ni tampoco haces nada, teniendo el poder para hacer algo no haces nada”.
¿Cuántas veces nos hemos comportado como Marta? Perdidos en las muchas cosas por hacer, resentidos con los demás, juzgando a todo el mundo, incluyendo a Dios mismo, porque no hace lo que nosotros queremos que haga, lo que nosotros pensamos que es justo… y realmente estamos totalmente perdidos. Gracias a Dios por Su misericordia y paciencia. La respuesta que Jesús le dio a Marta fue una lección eterna de vida para ella, para todos quienes estaban ese día en esa casa, y para nosotros hoy: Cuando Jesús entra a tu casa, Él es la Persona más importante, es por eso que, pasar tiempo a Sus pies escuchando todo lo que Él quiere decirte y enseñarte, es la decisión más sabia y la mejor; ese es un tesoro que nadie te podrá jamás quitar.
Oración: Señor, me veo reflejado en Marta. Siempre ocupado con una lista de cosas por hacer, que crece con las horas. Te dejé entrar a mi casa, pero nunca tengo tiempo para estar a Tus pies, en paz, disfrutando Tu Presencia y escuchando Tus Palabras. Y también veo cómo mi corazón se ha endurecido, cómo me he convertido en juez de los demás, y aún a Ti te he juzgado. Me arrepiento y te pido que me perdones y me limpies. Hoy dejo a un lado ese gran acumulado de preocupaciones y “pendientes”, y me postro a Tus pies. Me siento muy cargado y estoy agotado. No puedo ni quiero continuar viviendo mi vida así. Te suplico Señor que pongas Tu mano en mi cabeza y traigas paz a mi mente; pon Tu mano en mi corazón y trae paz a mis emociones. Quiero hoy llorar en Tus brazos. Llévate estas cargas tan pesadas y consuélame Señor. Te escucho… háblame.
Reto del día: Si te identificas con Marta, el reto es NO HACER NADA. Quédate quieto en Su Presencia… escucha todo lo que Él quiere decirte hoy. Cuando vengan ataques a tu mente de la lista de preocupaciones, entrégalas otras vez, y continúa allí, sentado a Sus pies, en silencio, escuchándolo. Recibe y atesora cada palabra. Jesús está en tu casa y te llama.
1,362 Listeners
482 Listeners
1 Listeners
82 Listeners
1 Listeners