El mejor lugar en el que podemos estar es al abrigo de Dios. Sin importar nuestras condiciones físicas o geográficas, si habitamos bajo la sombra del Todopoderoso, todo lo demás es secundario.
El mejor lugar en el que podemos estar es al abrigo de Dios. Sin importar nuestras condiciones físicas o geográficas, si habitamos bajo la sombra del Todopoderoso, todo lo demás es secundario.