Alemania ha aprobado una reforma constitucional que permite aumentar significativamente su endeudamiento para financiar inversiones en defensa, infraestructuras y lucha contra el cambio climático. El Parlamento alemán respaldó esta medida con 513 votos a favor, reflejando un amplio consenso político.
Esta reforma levanta los límites previos al endeudamiento público en materia militar, permitiendo a Alemania invertir más de 1% de su PIB en defensa. El objetivo es modernizar y fortalecer la Bundeswehr, adaptándola a los desafíos geopolíticos actuales y reduciendo la dependencia de aliados externos.
Además del gasto en defensa, se ha establecido un fondo especial de 500.000 millones de euros destinado a mejorar infraestructuras críticas y promover iniciativas contra el cambio climático. Estas inversiones buscan revitalizar la economía alemana y posicionar al país como líder en sostenibilidad y tecnología verde.
La decisión de flexibilizar el "freno de la deuda" marca un cambio en la tradicional política fiscal alemana, conocida por su austeridad. Este giro responde a la necesidad de adaptarse a un entorno internacional cambiante y a las crecientes demandas de inversión interna.
Se espera que estas medidas tengan un impacto significativo en la economía alemana y en su papel dentro de la Unión Europea. Sin embargo, también podrían generar debates sobre la sostenibilidad de la deuda y el equilibrio entre inversión y responsabilidad fiscal.