Hoy día se valora la acción: la gestión, la eficacia, la rapidez, el estar al día, tener experiencias, tener poder, el éxito... Sin embargo, sin interiorizar, contemplar, callar, pensar, reflexionar, analizar, descubrir, criticar, alumbrar, calibrar, ponderar, llegar a conclusiones, buscar puntos de referencia, profundizar, equilibrar, armonizar, madurar... dificilmente podremos conseguir nuestras metas.
Pensamos bien cuando:
1. Pensamos con objetividad y realismo, procurando tener un enfoque positivo ante las cosas.
2. Pensamos en profundidad.