Se dijo que Islandia sería un paria para la comunidad inversora, que los fondos internacionales se retirarían, que su forma heterodoxa de afrontar el estallido de su sistema financiero provocaría un incendio a largo plazo que terminaría por arrasar su idea del estado de bienestar.
Pero no ha sido así y ahí están los resultados. El FMI acaba de publicar su última revisión sobre el estado de Islandia y las previsiones dicen que este año su economía crecerá un 2,4%, con un consumo privado tirando al 3% y compensando la caída de la inversión pública fruto de las medidas de austeridad. Y es que, sí, la temida consolidación fiscal ha llegado a todas partes, pero en Islandia lo hizo "a su manera", en palabras del FMI. Proteger el estado del bienestar se puso por encima de todo.
En conclusión, Islandia, el país que obligó a dimitir a su gobierno en pleno, que llevó frente a la justicia a los causantes de la crisis, banqueros y políticos, que se negó a seguir las recetas de la comunidad internacional, recortes, recortes y más recortes, es ahora la envidia de Europa. Es el único país que crece y que más se acerca al pleno empleo.
Hoy vamos a hablar con alguien que ha vivido esa etapa de transformación y convulsión en Islandia.
Xavier Moret es periodista, viajero incansable y autor del libro "Islandia, revolución bajo el volcán".