Quizá la gran desconocida de Colombia -incluso
dentro del propio país- sea la música del Pacífico. Es un error, una injusticia
histórica que artistas jóvenes como Alexis Play se están encargando de
solucionar. Tras formar parte de ChocQuibTown, el grupo más popular de esta
región, el del Chocó -un lugar hermoso atravesado por selvas y ríos, amenazado
por el narcotráfico por su posición fronteriza con Panamá- se destapa con su
segundo disco en solitario como uno de los grandes talentos de la nueva
Colombia.
Su habilidad para adaptarse a distintos géneros,
unida a su ausencia total de prejuicios, le permiten navegar entre aguas a
priori separadas, mezclando tradiciones ancestrales de la cultura afro -como el
currulao y la chirimía- junto a sonidos modernos que escuchan los jóvenes en la
calle, desde el trap hasta el dancehall, la electrónica y el hip hop.
El resultado son himnos para esta comunidad que
con todo el merecimiento ya comienzan a resonar en el mundo, desde el grito de
rabia de ‘Prietitud’ junto a Esteban Copete y Nidia Góngora donde rinde
homenaje a un activista de Cali recién fallecido que se convirtió en el emblema
de la cultura afro, hasta ‘El pueblo’, grabada al calor del paro de 2017,
cuando las comunidades negras del Pacífico se levantaron contra el olvido del
Estado colombiano al grito de “¡el pueblo se respeta, carajo!”.