La pregunta, recurrente, constante y general, es cuánto va a durar el tramposo Sánchez en La Moncloa.
La incógnita es si se lo carga Puigdemont o será Ábalos.
Los dos personajes son incontrolables y para ambos su relación con el capo del PSOE es una cuestión personal.
Los socialistas, que son un manso rebaño amarrado a las prebendas, cargos y chollos que caen de lo alto, asistieron estupefactos este martes al espectáculo de quien fue su secretario de Organización durante cinco años retando al amo y negándose a renunciar a la condición de diputado.