Sánchez terminará en el banquillo de un juzgado.
Y ante el tribunal desfilarán en tropel unos cuantos de sus secuaces.
No me atrevo a dar fechas, porque el tiempo de los jueces es enigmático, pero, si hay Justicia en España, aquí no se salva ni el Tato.
El PSOE tocó fondo ayer en el Congreso de los Diputados y no voy a decir que los socialistas no pueden caer más bajo, porque esta chusma es muy capaz de ponerse a escarbar.