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Esto engorda.Ha pasado justo un año desde que Sánchez se encerró lloroso en el cuarto de baño de La Moncloa, diciendo que quería mucho a su mujer y amagando con tirar la toalla si los jueces y algunos periodistas seguían apretándole las clavijas y las cosas están bastante peor.Entonces, el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, presidido por el juez Peinado, acababa de abrir diligencias contra Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
By Periodista DigitalEsto engorda.Ha pasado justo un año desde que Sánchez se encerró lloroso en el cuarto de baño de La Moncloa, diciendo que quería mucho a su mujer y amagando con tirar la toalla si los jueces y algunos periodistas seguían apretándole las clavijas y las cosas están bastante peor.Entonces, el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, presidido por el juez Peinado, acababa de abrir diligencias contra Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción en los negocios.