Terminaba yo mi anterior sermón con un pronóstico sombrío sobre las elecciones autonómicas en Cataluña y País Vasco.
Tenemos por delante, además de días de oprobio y vergüenza, un panorama político desolador, un calvario como Nación y Sociedad, del que no nos sacarán declaraciones bienintencionadas o cuentos chinos.
Habrá que hacer cosas distintas para que los resultados puedan ser diferentes.
Y la primera, esencial, es identificar el origen del mal.
Vienen tiempos nefastos para España y la causa, el germen, son Sánchez y este PSOE cada día más indigno, más hipócrita e inmoral.