Hoy podríamos hablar de muchas cosas.
De la subida de los precios, del IPC, de que desde que Sánchez duerme en La Moncloa las familias españoles han perdido casi un 20% de poder adquisitivo o de que los jóvenes españoles son cada vez más pobres y tienen cada día más difícil acceder a la vivienda.
De eso o de que la Universidad Complutense se vio obligada a urdir una treta para colocar a la mujer de Sánchez al frente de la cátedra de Transformación Social Competitiva, no teniendo la paisana ni una triste licenciatura.
Pero no. Hoy vamos a seguir con la matraca catalana.