Sánchez, el marido de Begoña, vive a salto de mata y con el culo al aire.
Pues ahí lo tienen, convertido en minibus.
Por orden del golpista Puigdemont, que es quien realmente manda en España y que ayer se permitió el lujo de tener a todos los ministros del Gabinete Frankenstein esperando sumisos tres horas en La Moncloa, a que él levantara el dedo y diera el placet.
Esto es de coña, para partirte la caja de risa, si no estuviera España en almoneda y al servicio de sus enemigos.